Diez años de compromiso y crecimiento
Tras una década de operaciones, Kyocera Chile no solo celebra su trayectoria como organización, sino también los vínculos humanos, culturales y estratégicos que han definido su identidad en el país. Lo que comenzó como un desafío complejo se ha convertido en una historia de transformación sostenida: una empresa madura, con una cultura sólida, un equipo comprometido y una visión clara hacia el futuro.
Desde sus inicios, uno de los mayores retos fue construir desde cero una nueva cultura organizacional, alineada con los valores globales de Kyocera. Fue necesario considerar un contexto donde existía una estructura heredada y, por tanto, una resistencia natural al cambio. Incorporar una filosofía basada en el respeto, la transparencia, la responsabilidad y el avance continuo no fue un ejercicio teórico, sino un proceso vivencial.
Establecer el área de gestión de personas no solo permitió ordenar procesos internos, sino también generar un lenguaje común que hoy impregna las relaciones cotidianas y las decisiones estratégicas. Este trabajo, muchas veces silencioso, pero de alto impacto, fue fundamental para generar confianza, sentido de pertenencia y coherencia entre lo que se dice y lo que se vive día con día.

Crecimiento con identidad
A lo largo de estos diez años, Kyocera Chile ha experimentado un crecimiento constante en términos de negocio, estructura, capacidades y cultura. Pasar de un equipo de 75 personas en los primeros años a uno de 117 colaboradores refleja una evolución orgánica. También, deja ver la gestión estratégica centrada en la calidad del equipo humano y la claridad del propósito.
Este crecimiento ha implicado decisiones complejas. Algunas de ellas han tenido un alto impacto para el negocio y las personas, pero siempre abordadas con integridad y con una mirada de largo plazo. En Kyocera Chile, crecer no ha significado solo “ser más”, sino “ser mejores”: equipos más cohesionados, procesos más eficientes y una cultura más fuerte.
Uno de los hitos más importantes de esta etapa ha sido la migración a nuevas oficinas, que hoy destacan como espacios modernos, cómodos y representativos del espíritu de Kyocera. Además, la inclusión en el ranking de Great Place to Work® como la 14ª mejor empresa para trabajar en Chile –y la primer sales company en América en lograrlo—reafirma el impacto positivo de este proceso.
Además del crecimiento en número y estructura, la evolución de Kyocera Chile ha estado marcada por la consolidación de equipos diversos. Éstos han sido capaces de adaptarse a los cambios tecnológicos y organizativos que ha requerido el mercado. La compañía se ha interesado por concentrarse en la formación, liderazgo y bienestar, entendiendo que el talento humano es el motor que sostiene la innovación y la excelencia.

Las personas detrás del logro
Este recorrido no sería posible sin quienes han estado desde el comienzo. Colaboradores como Mauricio Pardo, Paulina Stuven, Mirka Mondaca, Cristian Herrera, Álvaro Vera, Manuel Gajardo, Viviana Espinoza y Francisco Soublette han sido parte esencial de esta historia. Han demostrado compromiso, adaptabilidad y liderazgo a lo largo del tiempo.
Más allá de los nombres, lo que destaca es el sentido de comunidad. En Kyocera Chile, los vínculos se construyen “de corazón a corazón”, promoviendo relaciones basadas en el respeto, la honestidad y la confianza. Este enfoque no solo fortalece la cultura interna, sino que impacta positivamente en los clientes, asociados y comunidades con las que la compañía se relaciona.

Juntos podemos hacer una enorme contribución a la sociedad, el medioambiente y el país. Hagamos de Kyocera una marca que nos llene de orgullo, no sólo por lo que hacemos, sino por cómo lo hacemos”.
Proyección con propósito
Mirando hacia el futuro, Kyocera Chile se ha propuesto objetivos ambiciosos en sostenibilidad, equidad y desarrollo organizacional. Entre sus principales metas para los próximos años están posicionarse dentro del top 10 de los mejores lugares para trabajar en Chile, lograr certificaciones en inclusión y gestión sostenible o ingresar al top 100 de Latinoamérica.
Nuestros objetivos no buscan solo mejorar indicadores, sino consolidar una forma de trabajar y ser parte de la empresa que pone a las personas y al entrono en el centro. Para Kyocera, sostenibilidad no es solo una meta ambiental o de cumplimiento, sino una visión integral que abarca lo social, económico y humano. La invitación es a seguir construyendo un ecosistema donde el negocio crece porque las personas crecen.
El aniversario será celebrado durante todo el año, con espacios de encuentro y reconocimiento. Más allá del festejo, sin embargo, lo que se busca es renovar compromisos, agradecer el esfuerzo colectivo e idear un futuro común con sentido.
Estos diez años no son solo un logro corporativo, sino uno de nuestra forma de hacer las cosas. Cuando una organización trabaja con sentido e integridad y pone a las personas en el centro, no sólo construye resultados… construye legado.